La cuestión es saber hacia dónde nos dirigimos, todos hemos pasado por un momento en el que nos sentimos perdidos, momentos en los que el sufrimiento nos consume y no encontramos explicación ante semejante adversidad, muchas de las mujeres con las que trabajamos, pasan su vida bajo esta desestabilización emocional y esta condición empeora una vez que caen en prisión.
Por ello dentro de nuestro programa de salud mental, se ha desarrollado el taller de sentido de vida, porque estamos convencidas de que es fundamental que conozcan a un nivel filosófico sus objetivos y su existencia en general.
La logoterapia es importante para su desarrollo porque se trabaja bajo los ejes de cuerpo-mente-espíritu-mundo, desarrollando así su propia “Filosofía de Vida” y “Actitud ante la Vida” trabajando temas como la libertad de elección, la responsabilidad, la voluntad, el sentido, la autorrealización y la auto-trascendencia.
Con este tipo de herramientas y enfoques logramos que ellas descubran a través de su experiencia, su historia y motivaciones ¿Quién decide?, ¿Por qué decide? Y ¿Qué elige? Es una herramienta valiosa para poner luz en situaciones de dolor, buscamos que con la logoterapia aprendan que, todo aquel sufrimiento que tiene un sentido no solo es menos doloroso sino que además, aporta crecimiento partiendo siempre del valor del ser humano como un ser único e irrepetible.
Las mujeres con las que trabajamos cumplen sentencias que van desde los 3 hasta los 70 años en prisión, por eso buscamos que por medio de las técnicas trabajadas encuentren el sentido de vida independientemente de lo que depare el destino, para ello trabajamos la motivación existencial de la persona y nos enfocamos en que por medio de su capacidad humana reconozcan, adopten y vivan sus propios valores existenciales, acompañándolas en la crisis y en el proceso de recobrar su estabilidad que han perdido para posteriormente ayudarlas a descubrir sus capacidades específicas aún dentro de prisión.
PRIMERA EDICIÓN 2019.- Este taller se comprende por 12 sesiones de 100 minutos cada una, ha sido impartido en el reclusorio de Nezahualcóyotl Sur y ha beneficiado a 15 mujeres.