LA CANA, PRODUCTOS CON CAUSA es un proyecto social que tiene como finalidad crear oportunidades de trabajo para mujeres en prisión con la finalidad de enseñarles un oficio en el que se vean remuneradas lejos de la delincuencia. Buscamos que al obtener su libertad, las mujeres tengan un empleo que les permita obtener un ingreso legal con el que puedan convertirse en un sustento para sus familias.
En LA CANA creemos que fomentar entre las mujeres privadas de la libertad una disciplina de trabajo, es la mejor manera no sólo de que se mantengan ocupadas mientras cumplen su condena, si no de que realmente logren superarse al aprender un oficio al que se pueden dedicar al salir de prisión. Buscamos que estas mujeres eviten volver a delinquir por necesidad, brindándoles una fuente de ingreso que les permita ser autosuficientes, y por tanto, reducir el índice de reincidencia en nuestro país.
Para lograr lo anterior, impartimos en la sección femenil del penal de Barrientos, Estado de México, un taller de tejido y bordad que se lleva a cabo semanalmente. En dicho taller, les enseñamos desde lo más básico del tejido hasta a hacer sus propios diseños. Buscamos, a través del trabajo, fomentar entre ellas diversos valores como esfuerzo, compromiso, disciplina, constancia y trabajo en equipo.
Posteriormente, vendemos los productos hechos a mano por las internas y les entregamos el dinero producto de la venta. Del ingreso que reciben las internas, el 10% se les retiene para pagar la reparación del daño, y otro 10% es destinado a un fondo de ahorro que se les entrega al momento que son liberadas. El resto se les entrega personalmente para solventar sus gastos dentro de prisión y seguir apoyando a sus familias.
Lo anterior, no sólo beneficia a las internas que trabajan con nosotras, si no a la sociedad en general, pues al tener las mujeres un oficio en el que pueden trabajar al salir de prisión evita que vuelvan a delinquir por necesidad, creando de esta manera una sociedad más segura, y ayudando a reducir el índice de sobrepoblación y hacinamiento en nuestros centros penitenciarios.
Además, creemos que es especialmente importante apoyar a mujeres en reclusión pues el 85% de las mujeres privadas de la libertad tienen hijos, lo que significa que cada día que pasan en prisión hay un niño o niña que no tiene la educación y el cuidado de su madre, por lo que en LA CANA creemos que dándole a estas mujeres una segunda oportunidad, es la mejor manera de lograr convertirnos en una sociedad más incluyente, libre de delincuencia y con mayores oportunidades para un mejor futuro.