Desde nuestros inicios, La Cana se ha destacado por su enfoque estratégico centrado en la creación de fuentes de ingreso sostenibles para mujeres privadas de la libertad. Buscamos capacitarlas en distintos oficios, ofreciéndoles una alternativaalejada de la violencia y la delincuencia. Con el propósito de que, al recuperar su libertad, estas mujeres puedan acceder a empleos que garanticen un ingreso digno, permitiéndoles cubrir sus gastos y respaldar económicamente a sus familias.
En La Cana, creemos firmemente en fomentar una disciplina laboral entre las mujeres privadas de la libertad como medio efectivo no solo para mantenerse ocupadas, sino para propiciar su reinserción social mediante la adquisición de habilidades laborales. Nuestra misión es evitar la reincidencia delictiva por necesidad, ofreciéndoles la oportunidad de aprender oficios como tejido, bordado, costura, tramado textil, macramé, serigrafía y carpintería a través de talleres en los centros penitenciarios donde trabajamos.
Capacitamos a las mujeres desde lo más básico de cada oficio, hasta el diseño de sus propias creaciones, inculcando valores como esfuerzo, compromiso, disciplina, constancia y trabajo en equipo.
Posteriormente, nos encargamos de vender de los productos que las mujeres hacen, donde cada una de recibe un pago por los productos elaborados. De esta forma, garantizamos que tengan un ingreso económico constante, aún mientras cumplen una condena.
Este enfoque no solo beneficia a las mujeres directamente, sino que impacta positivamente en la sociedad al contribuir a reducir la posibilidad de reincidencia, sobrepoblación y hacinamiento en nuestros centros penitenciarios.
Al apoyar a mujeres en reclusión, también contribuimos a fortalecer la estructura familiar, ya que el 85% de ellas son madres. Creemos que brindarles nuevas oportunidades es clave para reconstruir el tejido social.
Actualmente trabajamos en los centros penitenciarios de Barrientos, Nezahualcóyotl Bordo, Nezahualcóyotl Sur, Chalco y Ecatepec en el Estado de México, y Santa Martha Acatitla en la Ciudad de México.